"Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto" (Mt 5, 48)
La santidad como vocación universal:
La santidad, vocación a la que está llamado todo bautizado, se traduce en saber vivir con coherencia el Evangelio en la cotidianidad. Juan Pablo II-El Bautismo
-La Caridad
-La oración
-Mirarnos en Jesús pobre, humilde y llevando la Cruz.
LUMEN GENTIUM - CAPÍTULO V - UNIVERSAL VOCACIÓN Y LA SANTIDAD EN LA IGLESIA
El Divino Maestro y modelo de toda perfecciónACTIVIDAD EN CLASE:
40. Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de vida, de la que El es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto" (Mt 5, 48). Envió a todos el Espíritu Santo, que los moviera interiormente, para que amen a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (cf. Mc 12,30), y para que se amen unos a otros como Cristo nos amó (cf. Jn 13,34; 15,12). Los seguidores de Cristo, llamados por Dios, no en virtud de sus propios méritos, sino por designio y gracia de El, y justificados en Cristo Nuestro Señor, en la fe del bautismo han sido hechos hijos de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y por lo mismo santos; conviene, por consiguiente, que esa santidad que recibieron sepan conservarla y perfeccionarla en su vida, con la ayuda de Dios. Les amonesta el Apóstol a que vivan "como conviene a los santos" (Ef 5,3, y que "como elegidos de Dios, santos y amados, se revistan de entrañas de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia" (Col 3,12) y produzcan los frutos del Espíritu para santificación (cf. Gal 5,22; Rom 6,22). Pero como todos tropezamos en muchas cosas (cf. Sant 3,2), tenemos continua necesidad de la misericordia de Dios y hemos de orar todos los días: "Perdónanos nuestras deudas" (Mt 6, 12). Fluye de ahí la clara consecuencia que todos los fieles, de cualquier estado o condición, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, que es una forma de santidad que promueve, aun en la sociedad terrena, un nivel de vida más humano. Para alcanzar esa perfección, los fieles, según la diversas medida de los dones recibidos de Cristo, siguiendo sus huellas y amoldándose a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, deberán esforzarse para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Así la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como brillantemente lo demuestra en la historia de la Iglesia la vida de tantos santos.
María, modelo de santidad
Crucigrama:
Se propone la palabra SANTIDAD como clave, escrita en un papel grande pegado en una pared. Cada integrante sale y forma una palabra a partir de una letra de la palabra clave. Cada palabra tiene que estar relacionada con lo reflexionado en clase.
PROPÓSITO PARA LA VIDA:
Analiza, a la luz de lo aprendido en clase, qué comportamientos sería aconsejable que pienses en cambiar para ser santo.
Escribe tres acciones concretas que te propongas para seguir tu camino a la santidad.
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